Nuestra sociedad colombiana
está enmarcada por un contexto de violencia, de injusticias, de desigualdades,
de pobreza y de otros aspectos que
perturban nuestra existencia social. Y
en un afán por organizar esta sociedad tan quebrantada, se crean preceptos
éticos como medio para controlar las individualidades que presentan sus
ciudadanos, estos a demás pretenden regular comportamientos que se salgan de lo
normativo, evitan morales particulares o de doble cara, aspiran que se limiten conductas
apropiándose de esta moral adquirida desde nacemos en una sociedad reglamentada
contractualmente. Y es que irrefutablemente somos seres sociales, políticos, y
como tal tenemos deberes con la sociedad como bien lo dice Durkheim en la educación moral (2002),
Si los individuos no son nada sin las
aportaciones que reciben de su sociedad, es lógico suponer que una parte
importante del sentido de la existencia individual consiste en actuar a favor
de la sociedad
Pero esto aunque cierto, se sale
un poco de la realidad al pensar que podemos o se puede educar en moral a
personas con tan difíciles situaciones de vida. El gobierno trata por medio de
la educación tanto de parte de la familia (que muchas veces no es ni funcional,
ni disfuncional, o simplemente no existe) y la escuela formar seres morales,
basados en postulados laicos, copiados de ideales europeos, con dirigente que
profesan una religión censuradora de toda actuación humana.
Por esto es preciso hablar
de una educación que sesga de múltiples formas la diversidad cultural que
existe.
Y si pensamos en una
educación desde la infancia, podemos notar que los jóvenes y niños de hoy, con
diversos contextos están sujetos a estos lineamientos éticos impuestos por la
sociedad, pero al plantear parámetros para comportarse y para ser dentro de una
comunidad, se desconoce que existe tal variedad de mundos, se ignora igualmente
que la educación también disímil esta ceñida a sus necesidades culturales.
Todos los adultos, y creo
que especialmente por nuestro papel los maestros somos los educadores morales
por excelencia. ¿Es necesario educar en
ética y valores?, sí, si vivimos en una sociedad, sí, pero analizando los
diferentes contextos de vida de los educandos.
Emile Durkheim, cree que se
debe educar en estos aspectos éticos,
puesto que para él la moral es
parte de la educación, puesto que somos seres sociales, lo que hacemos, lo que
nos identifica, y posiblemente lo que pensamos no es más que una transmisión
por tradición de la sociedad. La sociedad nos impone reglas morales
que son imperativas estas nos conducen a conductas que son obligatorias
para todos. La educación representa el desarrollo de la sociedad, para Durkheim todos los hechos sociales deben ser
explicados de acuerdo con su medio social,
y esto lo lleva a concluir que la educación como fenómeno
debe ser diferente en cada sociedad.
“la
educación es la acción que ejercen las sensaciones adultas sobre aquellas otras
que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesaria para la vida adulta.
Su objetivo es suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados
físicos, intelectuales y morales que de él exigen tanto la sociedad política
global cuanto el medio ambiente especifico al que esta esencialmente destinado”
Durkheim.
Según Durkheim lo que la
educación pretende es que reprimamos nuestras pulsiones y las limitemos con las
normas impuestas socialmente, para llegar a fines más elevados, cada sociedad
crea un sistema educativo de acuerdo con sus necesidades. Estas necesidades
contextuales, y también físicas-psicológicas características de su edad,
requieren de una difícil labor.
Educar a un niño en la moral
impuesta inicialmente no es tan sencillo, dice Durkheim, y muchos otros autores
expresan también que los niños primeramente
pasan de una etapa a otra con premura, ellos están en constante movimiento, son
egocéntricos, y no creen que deban regirse por las normas por las que los
adultos se mueven, carecen de sentimiento de que sus necesidades tengan unos
límites normales; los niños no saben distinguir entre lo posible y lo
imposible.
De alguna manera lo que se
pretende es domesticar el comportamiento primitivo de los niños, se trata de
enseñar un espíritu de disciplina en el niño este donde el niño modera sus
deseos y aprende el dominio de si, mediante el deber que es la moral en la
medida en que se ordena, es esta moral concebida como autoridad, se trata del
deber ser en la sociedad. Otra forma de
moral que se busca desarrollar en los niños es el bien, esta es concebida como
algo bueno, es un ideal al que la sensibilidad
aspira de manera espontánea. Aunque inicialmente sea muy complicado normalizar
el comportamiento de los niños existen predisposiciones a favor de la enseñanza
moral, estas son la tradición infantil y la otra la buena receptividad del niño
a la sugerencia sobre todo a la sugerencia imperativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario